La pintura intumescente funciona como un sistema de protección pasiva contra los incendios. ¿Qué quiere decir esto? Que, aunque dicha pintura no sea útil a la hora de extinguir el fuego, sí que contribuye a reducir la magnitud de los daños. Hoy exponemos los principales campos de aplicación de la pintura intumescente.
El primero de los objetivos de este tipo de pintura es que las estructuras de acero no lleguen a alcanzar los 500ºC, momento en el que se empiezan a deteriorar.
Cuando se produce un incendio la pintura reacciona por el efecto temperatura, ésta se hincha y se carboniza, creando una barrera que funciona como barrera aislante, protegiendo a su vez la estructura. Esta capa o barrera se crea gracias a una secuencia de reacciones químicas relacionadas con la exposición a altas temperaturas.
La pintura intumescente está compuesta a partir de resinas de acetato de polivinilo y ligantes para proteger frente a la acción del fuego.
¿Dónde aplicar la pintura intumescente?
En primer término, las superficies donde vayan a ser utilizadas estas pinturas deben estar libres de agentes como el polvo, el aceite, la grasa o cualquier otro tipo de suciedad o contaminante que pueda impedir que el producto actúe como debe.
Una vez los profesionales se hayan asegurado de que el área a pintar está libre de suciedad se procederá a aplicar la pintura con los equipos y máquinas correspondientes. Se puede utilizar sobre vigas, columnas, secciones huecas, paredes….
La pintura intumescente se aplica en una o varias capas y, en ocasiones, algunos clientes deciden aplicar un acabado de esmalte ignífugo; el cual es verdaderamente útil en ambientes industriales o mas agresivos.
Es un error aplicar excesivas capas de pintura con la intención de que su acción protectora aumente más y su comportamiento frente al fuego sea más feroz. Esta pintura no funciona así, la protección que ejerza dependerá del grado de resistencia al fuego necesaria por el uso del edificio, del propio producto y de las características de los metales a proteger.
Es muy importante recordar que la superficie ha de estar seca y la temperatura debe encontrarse a un mínimo de 3ºC por encima del punto de rocío. En el caso, por ejemplo, de que se utilice un calentamiento suplementario dentro de un taller de fabricación o similar, éste debería aportar la temperatura requerida al aire/acero en lugar de calentar directamente la pintura.
En Control Ignífugo somos especialistas en la aplicación de productos que funcionan como protección pasiva contra el fuego, la corrosión y el aislamiento acústico. Nuestro objetivo primordial es la seguridad de las personas y, por ese motivo, en nuestros servicios acercamos asesoramiento técnico y la aplicación o instalación de los productos.
En lo referente a los campos de aplicación de la pintura intumescente, nuestros profesionales la emplean para protección en pilares y vigas metálicas, así como cerchas. Igualmente, utilizamos pistola air-less, aunque también nos podemos servir de brocha o rodillo en reparaciones o pequeñas superficies.