Estructuras metálicas, de madera y de hormigón, forjados de chapa colaborante y reticulares de hormigón o paredes y franjas cortafuegos son algunos de los campos de aplicación de un producto como el mortero de perlita, esencial como solución de protección pasiva contra el fuego.
¿Qué es el mortero de perlita?
La perlita se definiría como una roca volcánica de origen natural caracterizada por presentar una estructura globular y un alto porcentaje de agua combinada ligeramente. Inerte, higroscópica y neutra desde el punto de vista químico, este mineral es un árido ligero utilizado como material de relleno en paredes de aislamiento térmico y como árido en la composición de hormigón ligero.
Más concretamente, la perlita-expandida es utilizada como aglomerante en los morteros aislantes haciendo las veces de aislamiento en relleno de cámaras, ladrillos refractarios, el recrecido de soleras, en prefabricados aislantes, como revoque aislante acústico y térmico y como protector frente al fuego en estructuras metálicas.
Los perfiles de acero estructural pierden su capacidad portante con el aumento de la temperatura, dado que sobreviene una disminución de su resistencia mecánica al provocarse un comportamiento plástico llegada su temperatura crítica. El CTE o código técnico de la edificación determina la obligatoriedad de que las estructuras garanticen un grado de capacidad portante en caso de incendio. Por ese motivo se ha de aplicar un sistema de protección adecuado. Un estructura metálica revestida con mortero de perlita puede incrementar su capacidad portante frente a la propagación del fuego.
El mortero de perlita, empleado como solución de protección pasiva, está compuesto por ligantes hidráulicos, controladores de endurecimiento, áridos ligeros y material rodante de proyección. Una vez aplicado con máquina mezcladora automática de proyección por vía húmeda con bomba helicoidal, este producto presentará un aspecto de color marfil y tacto rugoso, que con posterioridad se podrá cubrir con una pintura plástica o acrílica.
Usos del mortero de perlita como solución de protección pasiva
El mortero de perlita puede ser de gran utilidad para la ignifugación de vigas y pilares metálicos. A pesar de que este sistema no es tan lucido desde el punto de vista estético, recomendaríamos su aplicación en obra nueva o rehabilitación total en lugares sin actividad, dado que el material se trabaja húmedo. Igualmente se podrá utilizar para los forjados de casetones recuperables, de bovedilla cerámica o de hormigón, de chapa colaborante o losa de hormigón.
Esta solución de protección pasiva también se puede incluir como material dentro de un muro cortafuegos, útil para evitar el paso de las llamas entre naves o edificios. Junto a todo esto, también se puede incluir en ignifugaciones de vigas de madera sobre maya de nervo metal.
En el caso de las superficies amaderadas, el mortero de perlita se aplica mediante una máquina mezcladora automática . El espesor a aplicar dependerá en gran medida de la estabilidad al fuego requerida, considerando que según la sección del perfil puede poseer una estabilidad determinada.
En aras de obtener una mayor adherencia del mortero ignífugo, es preciso colocarlo de manera previa en toda la superficie de la estructura a proyectar con maya metálica tipo deployée. Una vez proyectado, destilará un aspecto de color blanco y tacto rugoso, con posibilidad de pintarlo posteriormente con la pintura plástica o acrílica que se desee. Incluso, existe la posibilidad de alisar con yeso y una llana.
También puede emplearse manualmente mediante las herramientas de albañilería convencionales como llana y paleta en pequeñas reparaciones.
En Control Ignífugo apostamos por el uso del mortero de perlita como solución de protección pasiva contra el fuego, en aras de preservar la seguridad de las estructuras metálicas de los edificios y de las personas que se encuentran en su interior. Para más información, llamadnos y os asesoraremos al respecto.