Impedir la oxidación del metal y potenciar su durabilidad son algunos de los principales objetivos de las denominadas pinturas especiales contra la corrosión o anticorrosivas.
¿Qué son las pinturas anticorrosivas?
Superficies de aluminio, de acero, hierro, metal o materiales similares son algunos de los entornos en los que funcionarán de un modo eficaz las pinturas anticorrosivas. Este tipo de recursos serán de utilidad para mantener dichas superficies aisladas, inhibiendo el desarrollo del óxido, dado que con el paso de los años tales materiales pueden verse afectados gravemente por los efectos de la humedad.
Las pinturas especiales contra la corrosión contienen componentes químicos como el silicato de sodio y también ácido etilendiaminotetraacético (EDTA), el cual hace las veces de agente quelante para evitar la toxicidad en materiales perjudiciales para los seres vivos. La pintura anticorrosiva podrá mantener la protección de láminas, hierro utilizado en construcción, vigas, marcos metálicos, contenedores de aluminio, estructuras metálicas para techos, piezas de vehículos o cualquier otro objeto que pueda ser atacado por la corrosión.
Bien es cierto que en determinados entornos, el uso de la pintura anticorrosiva resulta especialmente importante. Uno de ellos es el correspondiente al campo de la construcción, puesto que todos los metales empleados en el edificio deberían ser impregnados con esta modalidad de pinturas para reforzar la seguridad del inmueble.
Aplicación de las pinturas especiales contra la corrosión
Presentada como una especie de película protectora, este tipo de pinturas contra la corrosión deben aplicarse sobre el material o superficie deseada. Una vez secada, podrán agregarse otros esmaltes o lustres con color para darle el acabado estético requerido.
En el caso de que el área a cubrir esté dañada con óxido será necesario realizar un decapado en aras de eliminar los residuos del óxido y así tener una superficie limpia. Formulada con un pigmento resistente a la herrumbre como el plomo o el cinc cromado, las pinturas anticorrosivas son resistentes a la humedad.
Antes de aplicar esta pintura es preciso preparar la superficie realizando granallado, chorreado o decapado para retirar todos los restos de óxidos hasta obtener una superficie limpia. Posteriormente, vendrá el trabajo de tratado previo al pintado. Dicho tratamiento se llevará a cabo siguiendo las instrucciones del fabricante del producto a utilizar.
A la hora de optar por una pintura u otra hay que tener en cuenta aspectos como los efectos que pueda tener sobre el medio ambiente, la previsión de la vida útil de la pintura aplicada y los ciclos de repintado, el contenido de sólidos por volumen de las pinturas seleccionadas, los espesores recomendados de película por cada mano, así como la preparación de superficies necesaria.
En Control Ignífugo hacemos uso de pinturas especiales de alto espesor como protección frente a la corrosión anterior al acabado. Igualmente, hacemos uso del llamado chorro de arena para la limpieza de estructuras metálicas, así como aplicación de imprimaciones anticorrosión en función del ambiente o acabados a base de poliuretanos alifáticos de alta resistencia a la intemperie y a la degradación de color por rayos UV.